Buenos días, ¿qué tal ha ido la
semana?
Por aquí con mucho calor, pero aún
así me resisto a dejar de lado el horno.
Buenos días, ¿qué tal
ha ido la semana?
Ya os decía la semana
pasada que febrero se me está pasando muy rápido pues esta semana
se me ha hecho eterna y es que en el trabajo hay muchos líos que no
sé cómo van a terminar.
Buenos días, ¿qué tal
ha ido la semana?
Yo he terminado mi
segunda semana de prácticas, pero me he pasado la mitad mala así
que no he sido muy consciente de lo rápido, pero a la vez lento, que
estaba pasando el tiempo.
Buenos días, ¿qué tal
está yendo la semana?
La mía un poco desastre,
si me seguis por twitter habréis leído ya que el domingo cuando
volvía de Lisboa con el temporal estuvimos parados un montón de
tiempo en medio de la nada y llegué a Vitoria con cuatro horas de
retraso, vamos que me pasé 15 horas en el tren.
Pero vamos por partes.
Buenos días, ¿qué tal
está yendo la semana?
Aquí estamos teniendo
bastantes tormentas de verano con lo que el ambiente ha refrescado un
poco así que estoy aprovechando a hornear mucho. Voy a tener que
hacer ronda por el edificio para conocer a los vecinos porque a este
paso mi hermana y yo nos vamos a poner como una bola.
Hola, ¿qué tal ha ido la semana?
A mi este sábado me ha tocado en el
curso merengues y ya les he quitado el miedo después de las
catástrofes que había tenido y espero poder hacer pronto macarons.
Con esta receta que os traigo hoy tengo
un poco de delito. La hice en febrero y con lo rica que está aún no
os la había enseñado por aquí.
Definitivamente tengo un problema con
este tipo de galletas. ¡No sé hacerlas de un tamaño normal! Todas
me salen grandisimas, pero igualmente ricas.