Buenos días, ¿qué tal
ha ido la semana?
La mía un poco rara, una
de esas semanas en las que no pasa nada especial, pero aún así no
paras y vives corriendo de un lado para otro.
El otro día tuve que ir
al dentista y me mandaron un enjuague que tenía que comprar en la
farmacia. Como había salido pronto de clase fui a la farmacia que
hay al lado de mi casa, casi nunca voy a esa porque cierran antes de
que salga yo de la tienda, cuando di la tarjeta para pagar la mujer
que me había atendido me preguntó si era hija de mi madre. Justo
esta semana me pasó lo mismo en la tienda, estaba atendiendo a una
clienta y al sonreír me preguntó si era hija de mi madre que nos
parecíamos mucho.
Es curioso porque era
adolescente me ponía muy nerviosa vivir en una ciudad pequeña donde
todo el mundo se conocía y estaba deseando irme a una ciudad grande
donde pasas desapercibido. Ahora después de haber vivido en tantos
sitios me hace gracia volver a la ciudad pequeña donde todo el mundo
se conoce y a la vez no. Creo que nunca me dejará de hacer gracia
cuando algún vecino me dice eso de "tú eres la de Marisol"
como si perteneciera a mi abuela.
Ingredientes
- 250 g de chocolate negro
- 200 g de harina
- 120 g de azúcar
- 85 g de mantequilla
- 2 huevos
- 1 pizca sal
- 1 cucharadita de levadura
- 1 cucharadita de pasta de vainilla
- Azúcar glas
- Derretimos el chocolate en un cazo junto a la mantequilla con cuidado para que no se quemen.
- Batimos los huevos, la vainilla y el azúcar.
- Añadimos la mezcla del chocolate ya templada.
- Incorporamos la harina y la levadura previamente tamizadas junto a la sal.
- Revolvemos con una espátula hasta tener una masa homogénea.
- Metemos en la nevera 2 horas para que repose.
- Pasado ese tiempo precalentamos el horno a 170º.
- Hacemos bolitas iguales y rebozamos en azúcar glas.
- Colocamos en la bandeja de horno con papel vegetal y horneamos unos 15 minutos.
- Dejamos que se enfríen unos 5 minutos antes de pasarlas a una rejilla para que se enfríen por completo.
Estas galletas duran
perfectamente durante dos semanas en una caja hermética, eso sí
mejor tenerlas en un sitio fresquito como un armario.
Feliz semana :)
9 comments
¡Hola Marta!
ResponderEliminarTe entiendo perfectamente. Cuando tenía 17-18 años estaba deseando irme a vivir a una ciudad más grande para pasar más desapercibida porque tenía la sensación de falta de privacidad donde (casi) todo el mundo se conoce.
Con el paso del tiempo y volver a mi ciudad me di cuenta de que a veces es agradable conocer y que te conozca la gente. Me gusta salir de casa y antes de llegar al trabajo haberme cruzado con diez personas a las que he dado los buenos días, conocen a mi hija o a mis padres y te preguntan por unos u otros.
Eso no quita que me moleste la gente cotilla que se preocupa más de las vidas ajenas que de las suyas pero de esas hay en todos lados y no se puede huir vayas donde vayas.
En cuanto a lo de ir corriendo cada día y que no pase nada en particular ¡conozco tan bien esa sensación! Así es mi vida desde que Lara nació y yo regresé al trabajo, pero espero algún día bajar el ritmo de vida.
Tus galletas me han encantado. Hace bastante que quiero hacer galletas craqueladas y estas me llaman a gritos.
¡Besos mil!
Muchas gracias Cuca :)
Eliminar¡¡Hola Marta!! Pues yo hecho de menos que la gente me conozca un poco, bueno, o ellos me conocen y yo a ellos no, puede ser. Desde que vivo en el pueblo de mi marido, no me entero de quién es quién, no sé nadie que parentesco tiene con nadie. Casi todo el mundo joven, trabaja fuera, así que cuando salgo a comprar por las mañanas, sólo veo caras que me suenan de verlas un día y otro, pero nada más. La semana pasada se murió mi vecino de enfrente y ya ni vecinos, porque los de al lado, salen siempre por la calle de atrás, no me cruzo casi nunca con nadie. Así que a mi si que me apetecería un poco que conocer a más gente, pero aquí es misión imposible. Encima, los amigos de mi marido quedan para hacer cosas los fines de semana, y es cuando más trabajo tengo yo, así que imagina qué divertido es vivir aquí, ja, ja. Pero en fin, a todo te acostumbras.
ResponderEliminarSiempre me han llamado mucho la atención estas galletas, pero nunca las he hecho. A ti te han quedado muy bien, bien definido el craquelado, y de chocolate, ¡¡lo tiene todo!! Besitos.
Es verdad, te acostumbras a todo y además acabas apreciando las dos situaciones. Muchas gracias Isabel :)
EliminarHola! Hace tiempo que queremos hacer este tipo de galletas, a ver si en Semana Santa sacamos un ratillo para hacerlas! Feliz semana! Besis
ResponderEliminarYa me diréis que os parecen. Muchas gracias chicas :)
Eliminar¡Hola Marta! Unas galletas muy apetecibles... en las fotos dan ganas de coger más de un par... La verdad que vivir en un pueblo tiene sus ventajas y desventajas como vivir en una gran cuidad... Así que lo mejor es vivir en una medianita... jajajaa... Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias Elisa :)
Eliminar¡Hola Marta! Leyendo todos los ingredientes que llevan estas galletas... no tenemos ninguna duda de que estarán deliciosas.. ¡Nos encanta! Un beso
ResponderEliminarYa sabéis la ilusión que hacen lo mensajes y yo no iba a ser menos.
Me encanta leer vuestros comentarios y siempre que pueda los contestaré.
¡Muchas gracias por pasaros y comentar!
Un beso :)
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