Buenos días, ¿qué tal
ha ido la semana?
Yo vuelvo a la tienda y
estos últimos días he agradecido que por aquí hayan bajado la
temperatura. Ya os he comentado en más de una ocasión que la tienda
es una nevera pues este verano está haciendo tanto calor y no está
bajando tanto la temperatura por la noche que hasta en la tienda me
paso el día sudando. Luego miro la temperatura y veo que “sólo”
hace 30º y me pregunto cómo sobreviviría viviendo en el sur o cómo
voy a aguantar las dos semanas que me voy a Lanzarote.
Por otro lado estos días
he seguido con mi propósito de leer más y es que en los últimos
meses he leído poquísimo. Otro de mis propósitos de estos días es
estar menos pendiente del móvil y de las redes sociales y es que
estos días de vacaciones me he dado cuenta todo el tiempo que
pierdo, sobretodo en Instagram, así que estoy sopesando varias
opciones que probablemente se notarán en el blog. Ya os diré qué
decido la semana que viene.
Las magdalenas que os
traigo hoy las tenía entre mis pendientes desde hace tiempo, pero al
final nunca las hacía y es que si miráis en el recetario del blog no
tengo muchas magdalenas y eso que me encantan. Estas son muy fáciles
de hacer y recuerdan a las magdalenas que tomaba de pequeña.
A mi
hermana cuando eramos pequeñas le encantaban las magdalenas
alargadas que en los super mercados llaman valencianas, no sé si de
verdad son de allí o son un invento, pero la verdad es que estaban
buenísimas y estas se le asemejan mucho. Lo bueno que tienen estas
magdalenas es que son más saludables que las industriales aunque
tengo que avisaros que son bastante adictivas a mi en casa me duraron
poquísimo.
Ingredientes (6 unidades)
- 125 g de harina
- 125 g de azúcar
- 65 ml de nata para montar
- 30 ml de aceite
- 5 g (1 cucharadita) de levadura
- 1 huevo + 1 yema
- Ralladura de naranja
- Batimos el azúcar con el huevo y la yema hasta que la mezcla haya blanqueado y doblado el volumen.
- Vertemos el aceite y la nata.
- Añadimos la ralladura de una naranja. Como siempre os digo el sabor se notará más si lo ralláis encima del bol de la mezcla.
- Incorporamos la harina y la levadura previamente tamizadas y revolvemos con una espátula lo justo para que se integre.
- Repartimos la masa en nuestras cápsulas y dejamos reposar en la nevera unos 30 minutos. En la escuela algún profesor dice que cada vez que hagamos una mezcla con levadura debemos dejar la masa reposar en frío 24 horas. Yo la verdad es que hay veces que lo he hecho y no he notado la diferencia.
- Horneamos a 200º unos 20 minutos. Antes de hornearlas podemos espolvorearlas ligeramente con azúcar.
Feliz semana :)
2 comments
¡¡Hola Marta!! Pues sí, esas magdalenas alargadas se llaman valencianas y si que son de aquí, aunque venden de todo tipo, incluidas las de nata. Yo tengo la receta de estas magdalenas que ya las hacía su madre, osea que la receta tiene muchísimos años pero no me he decidido a hacerla y siempre me digo que las tengo que probar, a ver si en invierno me animo, pues en esa estación es cuando más me apetece, de vez en cuando, mojarme una magdalena en la leche caliente.
ResponderEliminarLas tuyas tienen una pinta estupenda, con ese colorcito de las magdalenas caseras, seguro que estaban riquísimas. Besitos.
¡Hola Marta!
ResponderEliminarMira, a todo se acostumbra uno. Aunque te confieso que a mí este verano me está costando muchísimo.
Recuerdo perfectamente las magdalenas valencianas de las que hablas. Hace mil años que no las como, pero es que prefiero no mirar la sección de bollería industrial para evitar tentaciones.
A ver si Isabel se anima y las prepara y podemos disponer de una receta de las de siempre.
Estas de nata se ven estupendas ¡me guardo la receta! ¡Besos mil!
Ya sabéis la ilusión que hacen lo mensajes y yo no iba a ser menos.
Me encanta leer vuestros comentarios y siempre que pueda los contestaré.
¡Muchas gracias por pasaros y comentar!
Un beso :)
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