Buenos días, ¿cómo ha
ido la semana?
La mía ha sido un poco
rara, esta semana han sido las recuperaciones así que muchas clases
se han cancelado por lo que he salido antes y he podido comer en
casa.
Pero acostumbrada a no parar era sentarme en el sofá a tomarme
el café y caer redonda. Quien me conoce sabe que yo nunca me echo la
siesta, sólo cuando tengo migraña, no me vale dormir 20 minutos y
me acabo despertando de un humor horrible.
Además el invierno se me
está haciendo muy largo. Se nota que hace muchos años que no vivía
en un sitio con tanto frío. Es cierto que el año pasado estaba en
Londres, pero para febrero ya estaba en Lanzarote y su eterno verano.
Me acuerdo que cuando llegué a Londres la madre de la familia donde
era aupair, que era Australiana, me contó que cuando tuvo el segundo
hijo estaba muy cansada y cuando fue al médico le dijeron que era
falta de vitaminas y que tenía que intentar salir a tomar el sol los
días que no estuvieran nublados. Cuando me lo contó pensaba que al
ser de Vitoria no me pasaría, pero es cierto que se me está
haciendo muy duro estar permanentemente con frío y con mil capas de
ropa.
El postre que os traigo
hoy lo preparé en navidades, de hecho fue la primera receta que he preparo este año, es un postre típico Vasco que me
encanta aunque sólo lo había preparado una vez antes de empezar a
estudiar pastelería. No sé sabe muy bien de dónde procede el
postre, pero se cree que viene de la zona del País Vasco Francés.
Según la zona tiene muchas variedades, en algunos sitios le ponen
pasas, en otras una capa de mermelada por debajo de la crema
pastelera... A mi esta versión es la que más me gusta y es la que
siempre he comido en los puestos en las ferias.
Ingredientes
- 250 ml de leche
- 30 g de azúcar
- 20 g de maizena
- 2 huevos
- Vainilla
- Preparamos la masa sablé y mientras reposa en la nevera preparamos la crema pastelera.
- Ponemos en un cazo a infusionar la leche con la vainilla.
- En un bol batimos los huevos, con la maizena y el azúcar.
- Cuando la leche rompa a hervir retiramos del fuego y vertemos sobre la mezcla de los huevos. Batimos hasta tener una mezcla homogénea.
- Colamos y ponemos de nuevo al fuego.
- Cocemos a fuego medio bajo hasta tener una crema.
- Ponemos en un bol y filmamos. Es importante que el film esté en contacto con la crema para que nos alga costra.
- Estiramos la mitad de la sablé y cubrimos con ella el molde previamente engraso.
- Vertemos la crema y la igualamos.
- Extendemos el resto de la sablé y cubrimos el molde.
- Pintamos con huevo y horneamos 30 minutos a 170º.
Feliz semana :)
6 comments
Hola! Este pastel tiene una pinta riquísima y los platos son divinos, nos han encantado! Esperamos que tengas una buena semana y llegue pronto el calorcito por alli! Besis
ResponderEliminar¡Hola Marta! Ánimo que cada vez son más largos los días y en un mes estamos cambiando la hora y llorando por la astenia primaveral. A mí me gusta el invierno y no se me hace largo. Sí que espero que las temperaturas sean más suaves para salir a la calle a jugar y pasear con Lara sin miedo a que pille una pulmonía. Será que estoy acostumbrada a este tiempo y después a muuuuuucho calor.
ResponderEliminarEl postre que traes hoy me encanta. Lo tengo en pendientes hace mucho tiempo y al ver el tuyo más ganas aún me han entrado de prepararlo
¡Besos mil!
¡¡Hola Marta!! A mi también se me está haciendo un poco largo el invierno. Me gustan las estaciones intermedias, y no me gustan nada las extremas, como el invierno y el verano, me agobian los dos. Pero bueno, quiero creer, que el frío tiene los días contados y pronto veremos los rayos de sol y los días que apetece salir porque hace buen día.
ResponderEliminarMe gusta mucho este pastel, está riquísimo, y mira que no tiene nada, pues no deja de ser una masa masa sablé rellena de crema pastelera, pero está muy buena. Estupenda la opción de hacerla sin gluten, así es apta para todos. Besitos.
He oido hablar de este delicioso paster pero nunca lo he probado, la verdad que este tuyo tiene una pinta divina, asi que me llevo tu recetica. Un abrazo
ResponderEliminarMe encanta este pastel y nunca lo he hecho, no tengo perdón! A ver si saco un hueco un día :)
ResponderEliminarYo tampoco duermo siesta, me pasa lo mismo que a ti! Lo del frío en cambio lo llevo mejor, es que no soporto el calor y todavía no tengo ganas de ponerme las sandalias y los tirantes, ya habrá tiempo! :D
Un abrazo
¡Hola Marta! A mi me encanta el frío, pero confieso que ya empieza a apetecerme tener días con más luz y menos capas de ropa (;
ResponderEliminarNunca he probado el pastel vasco, ¡y eso que la mitad de mi familia es de Donosti! A ver si me fijo más y cuando lo vea en cafeterías o pastelerías de por allí lo prueblo... porque de momento a hacerlo yo misma no me animo xD
¡Besotes!
Ya sabéis la ilusión que hacen lo mensajes y yo no iba a ser menos.
Me encanta leer vuestros comentarios y siempre que pueda los contestaré.
¡Muchas gracias por pasaros y comentar!
Un beso :)
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.