Buenos días, ¿qué tal
ha ido la semana?
Si la semana pasada os
contaba que parecía que ya me iba acostumbrando a este nuevo ritmo
parece que esta semana he dado un paso atrás. Se me ha hecho eterna
además de que he acabado agotada, en general ha sido una semana
bastante rara aunque bueno esta va a ser más corta, se me había
olvidado lo bien que vienen los puentes cuando eres estudiante aunque
en la tienda no hagamos puente.
Si me seguís en twitter
ya sabréis que hace un septiembre estuve un poco pesada con las
tartas que tenía que hacer para la fiesta de cumpleaños con mi
hermana y que celebraba con otra amiga y es que en la fiesta había
gente celiaca, intolerante a la lactosa, alérgica a los frutos secos
o que no podía comer nada que procediera de un mamífero. Estuve
mucho tiempo dándole vueltas y al final conseguí hacer dos tartas
diferentes que pudieran comer todos.
Como septiembre ha sido un mes
bastante caótico los bizcochos los tenía congelados y justo el día
anterior los pasé a la nevera para descongelarlos además tenía la
crema en la nevera preparándose. Parecía que lo tenía todo
controlado y como ese día por la mañana tenía que ir a la tienda
lo único que tenía que hacer era montar las dos tartas. Pues ese
día me levante con dolor de cabeza, fui a la tienda y poco a poco el
la migraña se fue haciendo más fuerte tanto que no aguantaba ni las
pastillas así que mucho menos ir a una discoteca.
Así que me perdí
el cumpleaños de mi hermana y les dejé sin tartas. Al día
siguiente quedé con mi hermana para comer y llevé la tarta de
postre para que soplara las velas y darle mi regalo y el de mis
padres porque con tanto lío por la migraña también le dejé sin
los regalos de la familia. Como íbamos a ser las dos solas corté una
de las capas en tres discos para hacer una pequeñita, pero las
cantidades que os doy es para una tarta grande.
Ingredientes (para una
tarta de tres capas de 20 cm o para un molde grande de 24 cm)
- 200 ml de aceite suave
- 200 g de azúcar
- 140 g de harina de arroz
- 60 g de maizena
- 2 cucharaditas de levadura sin gluten
- 4 huevos
- 3 cucharadas de lavanda
Ingredientes para la
crema
- 4 yogures de soja (500 g)
- 100 g de azúcar glas
- Lavanda para decorar
- Lo primero que haremos será meter el azúcar con la lavanda en un bote hermético durante dos semanas.
- Al menos un día antes de montar la tarta preparamos la crema. Simplemente tenemos que poner los yogures a escurrí en un colador con un trapo. De esta manera perderán todo el líquido y se quedará con la consistencia de un queso cremoso. Lo he hecho dos veces una dejándolo una noche en reposo y otra 24 horas. Aunque de las dos maneras queda bien para montar la tarta os recomiendo que lo dejéis en la nevera escurriendo 24 horas.
- Precalentamos el horno a 170º.
- Trituramos con un robot de cocina el azúcar con la lavanda.
- Mezclamos el azúcar con los huevos.
- Añadimos el aceite.
- Una vez tengamos una masa homogenea añadimos las harinas y la levadura previamente tamizadas.
- Engrasamos nuestros moldes o molde y vertemos la masa.
- Si usamos un molde hornearemos 35-40 minutos o hasta que al pincharlo salga el palo limpio. Si usamos tres moldes bajos de 20 cm hornearemos 15 minutos.
- Una vez estén fríos desmoldamos.
- Para preparar la crema batimos el queso de soja con el azúcar glas.
- Para montar la tarta si hemos usado un único molde tenemos que cortar el bizcocho por la mitad y si nos ha quedado un copete lo quitamos.
- Para los dos casos en montaje es el mismo. Ponemos el primer bizcocho en una basa y ponemos un poco de crema que extendemos por todo el bizcocho. Ponemos la otra capa y repetimos la operación. Ponemos una capa fina de crema en los bordes y en la parte de arriba y metemos en la nevera por lo menos 15 minutos. Una vez pasado este tiempo podemos poner una capa más gruesa con el acabado que queramos. Al ser un bizcocho sin gluten hay que tener en cuenta que es más frágil que un bizcocho normal.
- Decoramos por encima con un poco de lavanda seca.
Tanto a mi hermana como a
mi nos gustó mucho la tarta, es muy suave y aunque no tiene un sabor
muy intenso a lavanda es fácilmente reconocible. Si queréis que tenga
más sabor podéis dejar el azúcar de la crema también con lavanda
dos semanas.
No hay fotos del corte porque la comimos en una terraza
con cucharillas sin cortarla ni nada, a lo bruto.
Feliz semana y si tenéis
puente disfrutad de los días de fiesta :)
9 comments
Marta a veces cuesta un poco coger el ritmo. Yo la semana pasada volví a la jornada partida y se hace complicado (con la niña todos los cambios son un mundo)
ResponderEliminarCuando la migraña llega... ¡uf! no atiende a nada ¡cumpleaños, tartas, regalos... todo le da igual! Seguro que tu hermana lo entendió y te lo agradeció igualmente al día siguiente. Esta tartita tiene una pinta increíble. No soy yo muy amiga de la lavanda en lo que a aromas (colonias o ambientadores) se refiere pero en repostería nunca la he usado y me llama la atención
¡Besos mil!
A mi el olor a lavanda me gusta aunque es cierto que con las colonias y ambientadores normalmente se pasan y acaban siendo muy fuertes. Lo bueno de esta tarta es que el olor y el sabor es muy sutil. Iré probando con otras recetas porque me ha gustado mucho el resultado :)
Eliminar¡¡Hola Marta!! A mi me encanta utilizar lavanda en la cocina, pero eso si, prefiero que tenga un sabor muy sutil, que sino, parece que te has metido a la boca un trago de colonia en vez de un trozo de pastel.
ResponderEliminarLástima que no pudieras celebrar el cumple de tu hermana como se merece, pero es verdad que las migrañas, cuando vienen, vienen, y no se puede hacer nada con ello. Yo tengo varias conocidas que las padecen y me dicen que es horrible. Por cierto, una se hizo un percing en la oreja porque se lo recomendaron los que hacen acupuntura (en el punto exacto, claro) y no ha vuelto a tener migrañas. Una amiga también se lo hizo, y le ha dado el mismo resultado.
Bueno, volviendo a la tarta, me ha encantado, y más en esta versión mini, se ve super cuca. Besitos.
Entones esta tarta te va a gustar mucho porque el sabor es muy sutil. Muchas gracias Isabel :)
Eliminar¡Hola Marta!
ResponderEliminarEs una pena que no hayas podido festejar con tu hermana, pero es muy entendible. Los dolores de cabeza a veces te imposibilitan, hacer el mínimo esfuerzo es muy difícil. De hecho yo hace como dos semanas tuve un dolor de cabeza que me duro casi tres días, las pastillas no me hacían nada, sólo aligeraba el dolor, y me dolió la cabeza las 24 horas, aún cuando estaba dormida me seguía doliendo, fue un sufrimiento...
Afortunadamente pudiste verla al día siguiente y compartir con ella. Ella debió estar feliz con esta tarta de lavanda que además de linda, se ve que quedó riquísima. ¡Muchas felicidades para tu hermana!
¡Un abrazo!
Me alegro que te haya gustado la tarta Maribel ya que me inspiré en tus cupcakes de lavanda :)
Eliminarlo primero la tarta tiene que estar de muerte¡
ResponderEliminarlas migrañas son tremendas, yo que las sufro lo se bien, a mi me ha dado buen resultado el tener cuidado con las comidas, es decir comida sana, fuera picantes grasas, cafes, lo que viene a ser comida sana y la verdad que voy mucho mejor.
besos crisylaura
Mi problema es que el dolor de cabeza me viene del cuello por una cicatriz que tengo así que el cambio de alimentación no me haria nada además creo que no sabría vivir sin café ni picante jajajajajja
EliminarMuchas gracias :)
muy interesante tu receta
ResponderEliminargracias por compartir
Ya sabéis la ilusión que hacen lo mensajes y yo no iba a ser menos.
Me encanta leer vuestros comentarios y siempre que pueda los contestaré.
¡Muchas gracias por pasaros y comentar!
Un beso :)
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